Nunca dejes de soñar
¿Cómo estás hoy? ¿Cómo están tus sueños? ¿Tienes miedo? ¿Dudas de que estás haciendo lo correcto? ¿Te preguntas si Dios se olvidó de tu llamado? La vida siempre será problemática, no podemos ser felices todo el tiempo, y de la misma forma no siempre tendremos tribulación; pero recuerda que cada vez que tu relación con Dios crece el enemigo tiembla e intenta alejarte de tu propósito. No te alejes de los sueños que Dios ha puesto en tu corazón aún cuando el mundo entero esté en tu contra; recuerda que el mundo estuvo en contra de Jesús aún cuando su propósito era verdadero, pero eso no lo detuvo para que él hiciera lo que le habían mandado; aunque el mundo esté en tu contra no te detengas; las críticas no se harán esperar, lo consejos van a venir de todas partes, pero nunca dejes que esas voces sean mayores que la voz de Dios. Jesús estuvo muerto pero eso no detuvo a Dios para que cumpliera su propósito en él. El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan, es demasiado rápido para aquellos que temen, pero para aquellos que esperan el tiempo de Dios será el tiempo perfecto.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. (Ezequiel 37:3-10)
¡Profetiza! Lo que está muerto en tu vida cobrará nueva vida, aquellos sueños que creíste perdidos van a resurgir con un nuevo brillo, tu propósito será cumplido, tu vida será llena del espíritu santo; no importa si ahora estás pasando por un desierto o por un valle de huesos, recuerda que aún allí el poder de Dios le da vida a todo.
−DGFA
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