Y tú ¿cuál es tu oficio?
Recuerdas la escena de la película 300 en la que el rey Leónidas se encuentra con los hombres de Daxos de camino a la batalla final contra el rey Jerjes I, y Daxos le presume que su ejército era más numeroso que el puñado de 300 hombres que tenía Leónidas; a los que el rey Leónidas les comienza a hacer la misma pregunta "y tú ¿a qué te dedicas?" mientras algunos de ellos respondían "Soy alfarero señor; soy escultor; soy herrero señor"; luego vuelve a ver a su ejército y les pregunta "espartanos ¿cuál es su oficio?" a lo que ellos responden el famoso "Au Au Au", y con una sonrisa en el rostro el rey Leónidas le dice a Daxos "lo ves amigo, he traído más soldados que tú".
¿Cuál es el punto aquí? Se trata de que, en la vida, hay muchas personas que son como el "ejército" de Daxos (hombres que parecen soldados pero su oficio es otro), hoy en día hay muchas personas que aparentan ser cristianos pero en realidad no lo son, son como aquellos hombres que se enlistan en el ejército en el momento en el que el país necesita de ellos y cuando la guerra acaba ellos pueden volver a la comodidad de su hogares. Muchos hoy en día buscan a Dios solo en los momentos en los que más lo necesitan, cuando tienen un problema o atraviesan una adversidad; pero cuando todo ha acabado o cuando piensan que ya nada tiene remedio se olvidan de Dios y vuelven a la comodidad de sus vidas. Dejan de ser "cristianos" porque los dañaron en la iglesia, porque el pastor no les habló, porque el ujier los cambio de lugar. Dejan de aparentar.
Sometidos al entrenamiento militar desde su infancia, los soldados espartanos eran los más disciplinados, entrenados y temidos de la antigua Grecia. Los verdaderos cristianos son aquellos que desde su conocimiento de Cristo han sido disciplinados en cuanto a su obediencia y confianza en Dios. Aquellos que a pesar de todas las adversidades se pueden mantener en pie teniendo la fe en que Dios estará con ellos. Aquellos que aun cuando todo está yendo bien pueden dar gracias a Dios porque sin él nada habrían logrado. Son aquellos cristianos que no aparentan, que de verdad viven de la palabra de Dios, cuyo oficio es ser un "soldado" y pelear la batalla de la fe. Aquellos que a pesar de que la batalla se vuelva más fuerte ellos pueden salir vencedores.
Leónidas confiaba en su ejército porque sabía que tenía soldados de verdad, hombres dispuestos a morir por lo que defendían y que sabían muy bien lo que hacían. Nosotros debemos provocar la misma confianza en Dios, de que cuando él nos llame a servirle podamos ser cristianos de verdad, dispuestos a defender nuestra fe y gastar todas nuestras fuerzas por él, sabiendo que siempre él estará a nuestro lado.
Y tú ¿cuál es tu oficio?
-DGFA
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