¿Eres una persona con visión o una persona visionaria?
“Una persona con visión habla poco pero hace mucho.
Una persona visionaria hace poco pero habla mucho.
Una persona con visión saca fuerzas de sus convicciones internas.
Una persona visionaria saca fuerza de las condiciones externas.
Una persona con visión continúa aun cuando surjan problemas.
Una persona visionaria se detiene cuando el camino se torna difícil”.
Visionario es una persona que, gracias a su creatividad, su imaginación o sus conocimientos, logra prever qué ocurrirá en el futuro. Julio Verne era un visionario: en sus novelas anticipó la creación del submarino y de las naves espaciales. Por lo general se llama visionario a todo aquel que, de alguna forma, se adelanta a su tiempo imaginando cómo será el futuro mientras espera que suceda.
Una persona con visión es aquella cuya visión representa aquello que desea profundamente, lo que le otorga un verdadero sentido y propósito a su vida. La impulsa a asumir los desafíos y a enfrentar los contratiempos. La convierte en invencible aun en medio de la derrota.
Un visionario será capaz de prever el futuro, pero, solo una persona con visión será capaz de trabajar para conseguir ese futuro. Un visionario ideará múltiples maneras de hacer algo, una persona con visión elegirá una y la pondrá en práctica. Un visionario se quedará sentado en su sillón esperando que las cosas sucedan, una persona con visión se levantará y hará que sucedan.
Cuando Dios te da una visión tu deber es actuar para alcanzarla moviéndote conforme a las fuerzas que Dios proveerá, y esperar el cumplimiento de la misma mientras tú trabajas cada día por hacer que suceda.
Un sembrador prepara la tierra, la labra, la abona, la riega, hace los surcos y siembra las semillas; ese es su trabajo. El trabajo de la semilla es germinar y crecer hasta convertirse en un gran árbol. Dios te dará la semilla (visión) y procurará su crecimiento; tu trabajo será trabajar para que esa semilla (visión) de frutos a su tiempo.
Tu trabajo es hacer las cosas conforme a la voluntad de Dios y el trabajo de Dios será proveer las fuerzas y el crecimiento que solo viene de Él.
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